La misión Cheops, de la Agencia Espacial Europea (ESA), acaba de revelar la existencia de un extraño planeta de forma ovalada, más parecido a un balón de rugby que a una esfera. Se trata de la primera vez que se observa una deformación parecida en un cuerpo planetario.
Su nombre es WASP-103b, se encuentra a unos 500 años luz de distancia, en la constelación de Hércules, y los científicos que lo estudian creen que ha sido deformado por las intensas fuerzas de marea ejercidas por su estrella anfitriona, WASP-103, que es unos 200 grados más caliente y 1,7 veces más grande que el Sol.
En los océanos
de la Tierra, experimentamos mareas principalmente porque la Luna 'tira' ligeramente del planeta al mismo tiempo que gira a nuestro alrededor. El Sol también tiene un efecto sobre las mareas, aunque es poco significativo porque está demasiado lejos como para causar grandes deformaciones. Pero no se puede decir lo mismo de WASP-103b, un planeta que casi duplica el tamaño de Júpiter con 1,5 veces su masa, y que orbita extraordinariamente cerca de su estrella anfitriona. Tanto, que cada órbita le lleva menos de un día. Los astrónomos sospechaban que tal grado de proximidad es capaz de provocar mareas monumentales, pero hasta ahora no habían podido medirlas.
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