ENERO: Se descubre un nuevo tipo de aurora boreal
ENERO: Se descubre un nuevo tipo de aurora boreal
Una criatura primitiva parecida a un insecto ha sido encontrado recientemente en la Antártida.Los investigadores llevaban tiempo buscándolo y llegaron a preguntarse si era real o no.En un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, los investigadores utilizaron la historia de pequeños animales antárticos microscópicos para entender exactamente cómo se desarrolló la dinámica de la capa de hielo a lo largo del tiempo y cómo afectaron los ecosistemas históricos.Al hacer esto podrán predecir como este tipo de cambios podrían afectar a la vida en la tierra.
La “miniluna” la avistaron los astrónomos Theodore Pruyne y Kacper Wierzchos en el telescopio del Observatorio Mount Lemmon, que forma parte del proyecto Catalina Sky Survey financiado por la NASA, en Arizona, la noche del 15 de febrero de 2020.
Este satélite natural mide de 1.9 a 3.5 metros aproximadamente de diámetro. Es decir, del tamaño de un auto. El científico Wierzchos explicó que esta información era “importante” porque “es solo el segundo asteroide conocido en orbitar la Tierra
La Tierra tiene temporalmente un nuevo objeto/Posible miniluna llamada 2020 CD3”, que podría ser un asteroide tipo C (con una importante composición de carbón, por lo tanto muy oscuro).
El 22 de septiembre de este año se detecto un meteroide "afortunado" paso rozando la atmósfera terrestre sin llegar a desintegrarse. El meteroide paso por encima del norte de Alemania y Holanda a una altitud aproximada de 91 km lo cual esta muy por debajo de cualquier satélite en órbita.
Normalmente estos meteroides suelen ser trozos de cometas o asteroides suelen desintegrase por eso mismo este "afortunado" logró escapar rozando los bordes del escudo protector gaseoso de la Tierra.
Las nubes que envuelven Venus podrían albergar una sustancia letal: un gas maloliente e inflamable llamado fosfina que aniquila a formas de vida que necesitan oxígeno para sobrevivir. Irónicamente, los científicos que han anunciado la detección de este gas nocivo en la atmósfera de Venus sostienen que podría ser una evidencia tentadora —y polémica— de vida en el planeta vecino LEER MÁS...
Fuente: National Geographic